Vlad ya llevaba un año en una relación con Elena, pero no se atrevía a presentársela a sus padres.
Esto se debía a que su madre nunca había aprobado a ninguna de las chicas con las que había salido anteriormente, por lo que no se apresuraba a llevar a Elena a casa.

Aunque la amaba y deseaba tenerla a su lado, Vlad no sabía cómo hablarle a su madre sobre ella.
Su madre tenía sus propias preferencias respecto a con quién quería verlo y estaba convencida de que siempre tenía la razón.
Vlad no quería oír ese tipo de cosas.
Sin embargo, cuando Elena le dijo que estaba embarazada, Vlad entendió que había llegado el momento de presentarla a la familia.
Durante el encuentro, le propuso matrimonio y se casaron.
Vlad no le dio importancia a la reacción de su madre, simplemente dejó que se acostumbrara a la situación.
Para su sorpresa, Elena le agradó a su madre, quien incluso le hizo cumplidos sobre su belleza y cortesía.
Medio año pasó en un abrir y cerrar de ojos, y la familia de Vlad fue al hospital a recibir al recién nacido.
Cuando todos miraban con entusiasmo el rostro del bebé, la madre de Vlad de repente se puso pálida y dijo que el niño no era de Vlad.
„No se parece en nada a él.“
Vlad ignoró el comentario y tranquilizó a su madre, diciéndole que el bebé crecería y con el tiempo se verían las semejanzas.
Consideraba que era demasiado pronto para hacer ese tipo de juicios.
Elena, en cambio, palideció al oír las palabras de su suegra, pero Vlad no notó su reacción.
Ella solo dijo que se sentía mal.
La suegra notó su reacción y comenzó a sospechar de su nuera.
Sintió curiosidad por saber qué escondía Elena.
Se le ocurrió una idea y habló con su esposo.
Un día, cuando Elena tuvo que salir sola, la madre de Vlad se ofreció a quedarse con el nieto, y Elena aceptó.
Tres semanas después, los padres de Vlad llegaron a casa de su hijo con una mirada acusadora.
Le mostraron una prueba de ADN que demostraba que no eran parientes del niño.
Elena guardó silencio, pero Vlad defendió a su esposa y supuso que podía haber habido algún error.
Prometió hacerse él mismo la prueba al día siguiente.
Tres semanas después, Vlad y Elena recibieron los resultados, que confirmaban que Vlad era el padre biológico del niño con una probabilidad del 99%.
Elena suspiró aliviada y le confesó a su esposo que no quería que hubiera malentendidos entre ellos.
Le dijo que ya estaba embarazada de un mes cuando Vlad estuvo fuera de casa, y que un exnovio vino a visitarla.
Tomaron té juntos, y después de eso ella no recuerda nada.
Sospechaba que él pudo haberle puesto algo en la bebida.
Por la mañana se dio cuenta de que se habían aprovechado de ella.
Cuando la madre de Vlad dijo que el bebé no se parecía a nadie de la familia, Elena se asustó y temió que pudiera ser cierto.
Sin embargo, no entendía por qué el ADN del abuelo no coincidía.
¿Quizás debería preguntarle a la madre de Vlad?
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