El Hotel Belvedere en Suiza cerró sus puertas en 2016.
El hotel Belvedere se fue deteriorando lentamente y no se ha renovado en mucho tiempo, lo que llevó a su decadencia.
El Hotel Belvedere fue construido en 1882 y alguna vez fue un edificio icónico en los Alpes suizos.
Algunos dicen que el camino hacia el hotel es uno de los más aterradores.
El puerto de montaña Furkapass es un paraíso para los viajeros por carretera en los Alpes suizos.
Hoy en día, los turistas siguen viniendo para echar un vistazo al hotel, que alguna vez floreció, y para dirigirse al glaciar donde alguna vez se encontraba la cueva de hielo.
Se trataba de un túnel de 100 metros de largo y una cámara de hielo que se podía visitar cuando la carretera se abría en verano.
La ubicación panorámica del Hotel Belvédère atraía a una clientela exclusiva que a veces se quedaba varias semanas durante los veranos.
A finales del siglo XIX, cuando la hostelería en toda Suiza estaba en auge, Josef Seiler se atrevió a hacer una nueva ampliación: un techo a dos aguas con dos pisos adicionales, lo que le dio al hotel su aspecto actual.
El número de camas aumentó a 90 en 1907.
En el siglo XX, el número de visitantes del glaciar del Ródano y del hotel creció constantemente gracias a la apertura de dos nuevas líneas de tren.
Sin embargo, desde la década de 1960, el número de huéspedes en la región alpina ha disminuido considerablemente.
Los coches se volvieron demasiado potentes y rápidos, y lo que antes era un viaje de dos o tres días por el paso, se convirtió en un viaje de un solo día.
En 1964, el puerto de Furkapass fue el escenario de una escena de persecución en la película de James Bond *Goldfinger*.
Se dice que Sean Connery se hospedó en el hotel, y según los rumores, en los años siguientes se convirtió en un visitante habitual.
El Papa Juan XXIII también fue uno de los famosos huéspedes habituales del hotel.