Un jubilado decidió pasar su vejez en un hotel, ya que resultaba más económico que una estancia en un hogar de ancianos.

Después de años de trabajo duro y horarios estresantes, muchos mayores anhelan una jubilación feliz.

Aunque algunos consideran residencias para ancianos o centros de cuidado, los costos pueden ser un problema.

Sin embargo, Terry Robinson, un estadounidense de 60 años, optó por una solución única: ¡decidió vivir en un hotel!

Terry reservó una habitación en el Holiday Inn y aprovechó las ofertas de estancia prolongada y los descuentos para personas mayores, que incluían desayuno y bebidas con descuento durante la hora feliz.

Asequible y cómodo

La decisión de Terry le permitió ahorrar más de la mitad del costo en comparación con un hogar de ancianos, ya que solo gastaba 60 dólares al día en el hotel. Además de una habitación cómoda, contaba con un presupuesto para comidas y servicio de lavandería.

Además, Terry tenía acceso a las instalaciones del hotel, como piscina, gimnasio y sauna.

El hotel también proporcionaba necesidades básicas como champú y pasta de dientes, y ofrecía servicio de limpieza de habitaciones.

Gracias a una pequeña propina, tenía un equipo que lo ayudaba y lo trataba como a un cliente valioso, no como a un paciente.

Salud y confort

Terry también se preocupaba por su salud, y el hotel contaba con una ambulancia o, en caso de emergencia, un servicio funerario.

Los costos eran cubiertos por su seguro médico.

Con algo de suerte, incluso podría obtener una mejora a una suite.

Como el hotel estaba cerca de una línea de autobús gratuita para personas mayores, Terry podía viajar fácilmente, y su familia podía visitar el hotel o incluso pasar allí unas vacaciones.

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