Tres mujeres descubren en el funeral que están comprometidas con el mismo estafador, pero solo una de ellas hereda su fortuna de $8,3 millones.
Bart Garrow era un hombre apuesto con un encanto de sobra y un talento especial para las mujeres mayores.
Sabía exactamente qué decir y qué hacer, y pronto esas mujeres soñaban con haber encontrado finalmente al Sr. Perfecto.
Pero Bart no era el Sr. Perfecto, era el Sr. Equivocado.
Justificaba su cruel manipulación de las emociones de sus víctimas diciéndose a sí mismo: „¡Ya era hora de que esas tontas aprendieran lo que es la vida! Como si alguien fuera a enamorarse de ELLA…“
Bart era un estafador, y además, uno muy exitoso.
Había acumulado una fortuna de más de $8 millones, pero no tenía la intención de abandonar su lucrativa profesión.
Era tan bueno en ello, y derivaba un placer maligno de engañar a sus víctimas y romper sus ilusiones.
No, Bart Garrow no era un hombre muy amable, pero sí un hombre astuto y audaz.
Actualmente estaba involucrado en un plan para estafar a tres mujeres diferentes que vivían en la misma calle, despojándolas de sus ahorros.
Lo consideraba un desafío.
Primero se acercó a Frannie Karl y le robó $300,000.
Luego pasó a su vecina Tessa Williams y le robó $430,000.
Y luego decidió intentar hacer un hat trick con su vecina Clara Funcinno.
### Tarde o temprano, la factura por la maldad llegará.
Conoció a Clara Funcinno, una viuda de 56 años, en su gimnasio después de averiguar que tenía una considerable suma de dinero debido a una indemnización por el seguro tras la muerte de su esposo.
Durante seis semanas, cortejó a Clara, la llevó a cenar a los restaurantes más caros de la ciudad, y le enviaba flores y cartas de amor.
Clara se sentía como si fuera la mujer más querida del mundo, como si finalmente alguien la viera a ella, Clara, en toda su fragilidad, fortaleza y complejidad.
Y así se enamoró.
Cuando dos meses después de su primer encuentro Bart se arrodilló y le pidió matrimonio, ella ni siquiera dudó.
Clara aceptó encantada y usó con orgullo el enorme diamante que Bart le había dado.
Los dos comenzaron a planear su boda.
Bart dijo: „Sé que ya estuviste casada antes, Clara, pero yo no.
Quiero una boda grande y quiero que te pongas de blanco por mí.“
Clara se sonrojó.
„¡Oh, Bart!“ exclamó.
„¡A mi edad! El blanco es para las novias vírgenes, para las chicas jóvenes…“
Bart le besó la mano y susurró: „Clara, creo que he ganado tu corazón virgen.
Dime, ¿alguna vez has amado a alguien de la manera en que me amas a mí?
Porque yo nunca he sentido lo mismo por nadie como lo que siento por ti.“
Así que, por supuesto, Clara fue de compras por un vestido de novia hermoso y se derretía cada vez que Bart le ponía „White Lace and Promises“.
Clara estaba flotando en el aire del amor, y fue entonces cuando Bart atacó.
(El resto de la historia continúa con todos los detalles sobre el engaño de Bart, su caída por karma y el giro inesperado en el que Clara y sus vecinas terminan ganando.)
### ¿Qué podemos aprender de esta historia?
Siempre que un novio o amante mencione dinero, ¡sal por la puerta!
Clara, Frannie y Tessa cayeron en el truco más antiguo del libro.
Mantén el dinero y el amor separados.
Tarde o temprano, la factura por la maldad llegará.
Bart vivió estafando mujeres y rompiendo sus corazones, pero el karma puso fin a su carrera de manera abrupta.
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