De crecer en un parque de casas rodantes a ganar dos Premios de la Academia, la historia de Hilary Swank es de resiliencia, determinación y triunfo frente a la adversidad.
A pesar de un comienzo difícil, se convirtió en una de las actrices más celebradas de Hollywood.
Encarnó el poder de la perseverancia y la fuerza de un sueño.
Comienzos Humildes
Swank nació en Bellingham, Washington, donde pasó sus primeros años viviendo en un parque de casas rodantes.
El estigma asociado a su origen a menudo la aislaba de sus compañeros.
“Algunos padres les decían a sus hijos que no jugaran conmigo por mi procedencia,” recordó Swank en una entrevista con CBS News.
En lugar de dejarse desanimar, Swank utilizó el prejuicio como motivación para demostrar que estaban equivocados.
Actuar se convirtió en su refugio, y a los nueve años supo que quería dedicarse a ello.
“Cuando mi profesora nos pidió que escribiéramos e interpretáramos una obra en clase, me sentí viva.
Ese fue el momento en que me di cuenta de que actuar era mi pasión,” compartió con The Independent.
Aunque también era una talentosa nadadora y gimnasta, su verdadera vocación era la actuación.
A los quince años, Swank y su madre, Judy, empacaron sus cosas y se dirigieron a Los Ángeles para perseguir su sueño.
Tomando Riesgos por un Sueño
Los padres de Swank se divorciaron cuando ella tenía quince años, y con solo 75 dólares en el bolsillo, ella y Judy condujeron hasta California.
Sin un hogar, vivieron en su auto por un corto tiempo antes de mudarse a una casa vacía de un amigo, amueblada solo con colchones inflables.
A pesar de sus dificultades, Swank vio la mudanza como una aventura.
“Para mí, era un sueño hecho realidad.
Estaba viviendo mi sueño,” dijo en The Late Show with Stephen Colbert.
El apoyo inquebrantable de Judy alimentó la determinación de Swank.
“Mi mamá siempre decía que podía lograr cualquier cosa mientras trabajara lo suficientemente duro,” reveló.
Una Estrella Emergente
En Los Ángeles, Swank enfrentó años de rechazo.
Los directores de casting a menudo la descartaban por su apariencia, lo que la llevó a interpretar papeles que destacaban el carácter más que la apariencia.
Su perseverancia dio frutos cuando obtuvo su papel decisivo en The Next Karate Kid en 1994.
Tras un breve papel en Beverly Hills 90210, Swank fue despedida, lo que la llevó a cuestionar su carrera.
“Si no era lo suficientemente buena para 90210, tal vez no estaba hecha para actuar,” admitió.
Sin embargo, este revés la liberó para aceptar un papel que cambiaría su vida en Boys Don’t Cry (1999), donde interpretó al hombre transgénero Brandon Teena.
Su actuación cruda le valió un Premio de la Academia a Mejor Actriz, consolidando su lugar en Hollywood.
A pesar de su éxito, Swank ganó solo 3.000 dólares por el papel.
“Gané un Premio de la Academia, pero no tenía seguro médico,” bromeó.
Su estrellato continuó creciendo con películas como Million Dollar Baby (2004), que le valió su segundo Premio de la Academia.
Swank se hizo conocida por su autenticidad, viajando a menudo en metro en Nueva York y manteniéndose humilde a pesar de su fama.
La Familia Primero
A mediados de la década de 2010, Swank se apartó de su carrera para cuidar a su padre, Stephen, después de su trasplante de pulmón que le salvó la vida.
Durante tres años, se dedicó a su recuperación, fortaleciendo su vínculo.
“Fue una época hermosa.
Profundizó nuestra relación y nos enseñó tanto a ambos,” reflexionó en Good Morning America.
Aunque Stephen falleció en 2021, Swank atesora el tiempo que pasaron juntos.
“No pasa un día sin que lo extrañe,” escribió en un emotivo homenaje.
Encontrando el Amor y la Maternidad
La vida personal de Swank también enfrentó desafíos.
Tras su divorcio de Chad Lowe en 2007 y varias relaciones, conoció al empresario Philip Schneider en una cita a ciegas en 2016.
La pareja rápidamente conectó, y Schneider le propuso matrimonio durante un romántico viaje a Colorado.
Se casaron en 2018, rodeados de naturaleza y seres queridos, incluido su padre.
En 2023, Swank y Schneider dieron la bienvenida a mellizos, un niño y una niña, solo unos meses antes de su 49º cumpleaños.
Reflexionando sobre la maternidad durante una aparición en The Tonight Show Starring Jimmy Fallon, dijo: “Es lo más extraordinario.
Es más alegría, más amor y más agotador de lo que jamás imaginé.”
Un Legado de Resiliencia
Ahora, con 50 años, Swank vive en Colorado con su familia, rodeada de la belleza natural que ama.
Equilibra su vida como madre dedicada con su papel de ícono de Hollywood y a menudo comparte destellos de su vida en las redes sociales.
Su viaje desde un parque de casas rodantes hasta la cima del éxito es un testimonio del poder del trabajo duro, la determinación y la fe en uno mismo.
La historia de Swank inspira a innumerables personas a soñar en grande, recordándoles que el lugar donde comienzas no determina hasta dónde puedes llegar.