Cuando presenté a mi novia a mis padres, mi padre no podía apartar la mirada de ella y empezó a hacer preguntas extrañas.

Y luego dijo algo que me dejó completamente sin palabras.

En una atmósfera cargada de emociones y bajo las miradas curiosas, Veronica se fue poniendo cada vez más nerviosa con el paso de los momentos.

No estaba acostumbrada a este tipo de encuentros.

Normalmente, todo transcurría de manera mucho más sencilla, sin la presión de las miradas atentas de los padres.

Pero ahora, en la mesa del comedor en la sala de estar, tenía la sensación de que cada palabra que decía la madre de Dima, o incluso el silencio de su padre, era una pregunta a la que debía responder.

El padre de Dima la miraba con tal atención que sentía como si estuviera bajo una lupa.

Veronica no entendía del todo qué estaba pasando, pero tenía una extraña sensación, como si la estuvieran estudiando.

No era desdén, pero tampoco simple curiosidad; el viejo Dima parecía analizarla de manera sutil pero constante.

Y, sin embargo, había una pregunta que no podía entender: ¿por qué parecía tan interesado en ella?

Veronica intentaba mantenerse tranquila y participar en la conversación, pero sentía la mirada penetrante de su padre.

En un momento de silencio, este le preguntó con una ligera sonrisa irónica:

„Entonces, Veronica… ¿cómo se conocieron?“

Veronica se sorprendió un poco por la pregunta.

Era simple, pero en ese contexto, parecía mucho más significativa.

Recordó su primer encuentro en la pista de hielo, cómo Dima la había ayudado a no caerse, cómo rió con ella a pesar de su nerviosismo.

Fue un momento de verdadera conexión que los unió al instante.

„Nos conocimos en la pista de hielo.

Dima me enseñó a patinar…

Fue más difícil de lo que parecía, ¡pero al final conseguí no caerme completamente!“ respondió Veronica, tratando de parecer lo más relajada posible.

El padre de Dima sonrió misteriosamente, pero Veronica no pudo descifrar su expresión.

En ese momento, la madre de Dima intervino para aliviar la tensión en el ambiente:

„Espero que te sientas a gusto con nosotros, Veronica.

Dima habla constantemente de ti… Me dijo que fuiste muy valiente en el hielo.“

Veronica sonrió tímidamente y miró a Dima, quien parecía tan nervioso como ella.

Pero la mirada de su padre no se apartaba de ella.

A medida que seguían las conversaciones, Veronica se daba cuenta cada vez más de que algo no estaba bien.

Demasiadas miradas, demasiadas pausas llenas de significado.

De repente, el padre de Dima se levantó bruscamente de la mesa y se acercó a ella.

Delante de todos los presentes, preguntó:

„Sabes, Veronica, Dima tiene un patrón en su forma de tratar… con todos.

Es más difícil de descifrar cuando se trata de una chica como tú.

Creo que eres mucho más especial de lo que probablemente crees.

No tienes que responder si no quieres, pero por favor, dime… ¿cómo te sientes cerca de Dima?“

Veronica no sabía qué responder.

Las palabras del padre de Dima la golpearon como un puñetazo.

¿Cómo se sentía? Estaba claro que había algo entre ella y Dima.

Pero, ¿qué exactamente?

¿Un llamado del corazón o solo un juego del momento? No podía decirlo.

En ese momento, solo sabía que se sentía bien con él.

Que se sentía segura, a pesar de toda la incertidumbre.

„Me siento bien… con él.

Él… me da un sentimiento de seguridad“, respondió Veronica tan sinceramente como lo sentía.

El padre de Dima la miró evaluadoramente.

Luego, para sorpresa de todos, sonrió ampliamente y se volvió a sentar en la mesa.

„Está bien.

Entonces no me equivoqué.

Dima, realmente has encontrado una chica que te hace feliz.“

Dima apretó ligeramente las manos sobre la mesa, un poco avergonzado.

Era obvio que solo quería estar con Veronica, pero esas conversaciones… eran demasiado serias para él.

„Gracias, papá, pero… no tienes que hacerla sentir más incómoda.

Quizás deberíamos dejar esas conversaciones para otro momento…“ dijo Dima en un tono más relajado, pero al mismo tiempo firme.

En ese momento, la madre de Dima intervino con una pequeña broma que rompió la tensión en el aire.

„Vamos, no sean tan serios.

Comamos – sé que aún tenemos que hablar de los planes para el fin de semana.

¡No dejemos que los padres difundan toda la tensión!“

Su risa rompió finalmente el silencio y la tensión que había en el aire.

Después de unos momentos, Dima y Veronica se sintieron mucho más relajados, y las conversaciones tomaron un curso completamente natural.

¿Quién habría pensado que el primer encuentro con los padres de Dima sería tan complicado?

Pero al final, todo se aclaró.

Parecía que Dima y Veronica tenían un camino en común por delante, y ese encuentro no era más que el comienzo de una hermosa historia.

Mit deinen Freunden teilen