Jewel tenía solo ocho años cuando su madre se fue, dejándola a ella y a sus hermanos con su padre, quien se volvió abusivo.
A los 15 años, la violencia en casa la obligó a marcharse.

Vivió sola en una cabaña, robando en tiendas para sobrevivir.
A los 19, se mudó a San Diego con la esperanza de construir una vida a través de la música.
Pero tras rechazar las insinuaciones de su jefe, perdió su empleo y terminó viviendo en la calle.
Viviendo en su coche, enfrentando ansiedad y problemas de salud, Jewel aún mantenía la esperanza.
Su gran oportunidad llegó en 1995 con el álbum Pieces of You, pero la fama trajo sus propias presiones: críticas a su cuerpo, acoso en la industria y traumas persistentes.
Jewel luchó contra la bulimia y la depresión, pero en lugar de quebrarse, miró hacia adentro, eligiendo sanar en lugar de odiar.
Sin acudir a terapia, se apoyó en la atención plena y en escribir en su diario.
Este camino la llevó a lanzar JewelNeverBroken.com y la Inspiring Children Foundation, ayudando a otros a enfrentar su dolor como ella lo hizo.
A pesar del sufrimiento temprano, más adelante reconstruyó su relación con su padre y logró una crianza compartida en paz tras su divorcio de Ty Murray.
Más que una artista de éxitos, Jewel es una sobreviviente, una madre y una guía para quienes buscan sanar.
“Estoy más inspirada ahora que nunca”, dijo en 2024 — no por la fama o el amor, sino porque finalmente encontró la paz interior.