LA GENTE
Cuando el avión tocó la pista, Elena aún temblaba, sin poder creer lo que acababa de suceder. Víctor, que estaba sentado junto a ella, le ofreció su pañuelo de seda.
Cada mañana en mi casa era un hermoso desastre. Sujeta mi café como si fuera lo único que me mantenía conectada a la cordura mientras mis tres hijos desataban
Henry fand sich immer wieder inmitten des fortwährenden Streits zwischen seiner Frau Candace und ihren Eltern wieder. Nach fünfzehn langen Jahren stellt