MALETA
Cuando Rachel encontró un anuncio de una habitación acogedora alquilada por una amable anciana, parecía un sueño hecho realidad—un salvavidas para escapar
Mi abuelo fallecido, el hombre que contaba historias sobre un tesoro enterrado y me prometía el mundo, me había dejado la mayor decepción: una polvorienta
Kayla estaba de luto por la reciente pérdida de su abuela y deseaba regresar a casa después del funeral, sin saber el aterrador suceso que la esperaba en el vuelo.